La propuesta del dibujo rápido o caligráfico es que el estudiante enfoque su atención en los ritmos y relaciones que percibe en el modelo para sintetizarlo con un mínimo de elementos gráficos. En terminos de superficie, no de contorno.
Apela a la intuición del dibujante, más que a recetas previas sobre una “manera correcta de dibujar el cuerpo humano”.
Contamos con tiempos breves de ejecución, así que la presión forma parte del método. Es escenificar la urgencia. Tengo que dar respuesta a un problema para el que solo cuento con el cuerpo y la intuición, como cuando esquivo un automóvil que avanza hacia mí. No hay tiempo de pensarlo pero lo resuelvo.
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